¡¡¡FIESTA EN EL NACIONAL!!!

¡¡¡FIESTA EN EL NACIONAL!!!

Una verdadera fiesta fue la que se vivió el pasado viernes en el coloso de Ñuñoa; frase extraída quizás de algún partido eliminatorio o de un partido de despedida de un grande para graficar lo acontecido en una nueva jornada de Fútbol Bibliotecario. Una noche redonda y con un ambiente espectacular.

Todo había comenzado de maravillas cuando ya un par de días antes, el Gran Dirigente Fonseka nos avisaba que gracias a gestiones personales con gente de su círculo personal y amistades, había logrado la donación de indumentaria completa para este equipo hecho a pulso y conocido mundialmente como BFC. Sencillamente una Gestión Notable y doble agradecimiento para Fonseka, icono en nuestra historia como grupo ya que fue el gran gestor de nuestra cohesión como grupo hace más de 2 años atrás al convocarnos al primer partido que marcaría la prehistoria de BFC. También cabe destacar que fue él quién nos regaló este espacio llamado Blogssss para tener un canal de comunicación interno (y de pasadita agarrar pal’ hueveo a quién se nos ocurra). Y Ahora con esta donación entró directamente al Salón de Honor de Bibliotecarios Fútbol Club y seguramente cuando construyamos nuestro primer Estadio llevará a fuego el Nombre de “Rodrigo Fonseka”, mientras tanto confórmate con este homenaje de imágenes de tu paso por el Equipo.

Rodrigo Fonseka: El Gran Dirigente

Y llegó el Viernes, día del partido. La Sede fue el punto de encuentro y concentración de los pichangueros y más de alguna sorpresa se dejaría ver esa noche. La primera fue el fichaje de un nuevo integrante a la Familia Bibliopichangera, el Señor Fernando Bravo quién directamente desde mesón de referencia de la Sede de Derecho de la Universidad de Chile, saltó a la cancha y firmó el compromiso de participar en este glorioso Team y en los terceros tiempos que se vengan en el camino. Pero no fue la única sorpresa, ya que medios incrédulos a pesar de la confirmación, se dejó caer también por la sede el Señor Miguel “Pelao” Martínez, dando las excusas pertinentes por las innumerables ausencias y pidiendo por favor que no lo borren de los contactos ya que en cualquier minuto en otra citación puede aparecer. El mismísimo Maturana tampoco quiso estar ausente y cigarro en mano llegó a la sede. El Cote, Chompi y Oyarce, también se equiparon en el Living-Camarín de la Casa-Estudio. En la Cancha esperaba el otro grupo de Pichangueros liderados por Biernay, un Arquero Amigo y otros parches convocados para el espectáculo.

Lo que no muchos sabían era que este era un partido Amistoso Interno, es decir entre nosotros, programado principalmente para mostrar la nueva indumentaria y reconocer las canchas previo al campeonato a realizarse pronto (si es que sale)... Sin duda un grato encuentro entre colegas y amigos.

Los Invitados a la Fiesta

Pero no crean que nos olvidamos del Fútbol. Hubo Fútbol y del Güeno. Dos Equipos armados por la contingencia y diferenciados por los colores que de ahora en adelante adornaran nuestro pecho. Una fiesta de principio a fin, pero el deporte es competencia y en eso nadie quiere perder. Todos sabemos que los partidos amistosos duran hasta que suena el pitazo inicial y metidos en la cancha, todos corren con colores propios en busca de la consagración. Ejemplo claro de esto fue el “Winner” que se mandó Maturana quién al ver que su equipo mostraba algo de desventaja y podía perder, obligó a Oyarce a intercambiar Camisetas para pasarse al otro bando con argumentos que ni el mismo se entendía, lo que potenció ciertamente a los Bibliotecarios de la Blanquiazul, pero desequilibró la balanza en relación al otro equipo.

Eso en el Papel, ya que en la práctica los “Camisetas Nuevas” aventajaban a su equipo con sendas habilitaciones de Oyarce (“Justicia Divina” diría Julito). Por ahí unos goles dudosamente anulados no permitieron seguir estirando las cifras y los de la Blanquiazul poco a poco comenzaron a aproximarse. Hasta que empataron y dieron vuelta el partido. Al otro equipo le comenzó a pesar la inexperiencia de jugar por primera vez juntos y el cansancio se hizo sentir. Y llegaron más goles. Cabezazos, Puntetes, Autogoles y la distancia que se alarga. Había que hacer algo para recuperar el ritmo. Entonces Oyarce es convidado a cambiarse de equipo para tratar de equilibrar las acciones y un rotundo y seco “No” enmudeció el ambiente. La Figura sacó la voz para reclamar respeto y decir que por su condición de Crack no podía estarse cambiando a cada rato de equipo. Sólido argumento, pero después de un rato se dio cuenta que en beneficio del espectáculo debía dejar de lado su orgullo y permitir el cambio. Otra señal más de la madurez que está adquiriendo este joven jugador de 38 años que si aprende a controlar su temperamento dentro de la cancha, seguramente pronto estará en Europa.

BFC: "Los Camisetas Nuevas"

BFC: Los de "La Blanquiazul"

Y continuó el Partido. Tungagol se pasó al otro bando y los goles que se perdió con los de la Blanquizaul los hizo con los “Camisetas Nuevas”. Punto alto del partido y sólo un gol de diferencia separa a los dos equipos. Nadie quería entregar el match, pero nuevamente aparece la figura desequilibrante de Oyarce que le da el segundo aire a su equipo y les permite celebrar ya en el término del partido.

El resultado para las anécdotas. Pitazo Final, termina el partido y comienza el amistoso. Abrazos, Risas, Alegría y Satisfacción en dos equipos con un concepto en común: Bibliotecarios FC...

No hay Fiesta sin Brindis...

¡¡¡SALUD!!!

Una vez concluido el Partido, algunos a las duchas, los que cayeron al colectivo y los demás a sus compromisos. El puñado de jugadores que quedó, se preocupó de hacer el brindis correspondiente para cerrar una gran noche, pero no fue sólo un brindis... Ya en la sede comenzaron a aparecer las cervezas. Una mojadita y un poco de desodorante y estábamos listos para continuarla. Salimos a ver que nos ofrecía la noche de Viernes y las Tinajas de Santa Rosa nos acogió con Perniles, Arrollados, Cervezas, Vinos y Wisky(¿?)... De ahí algunos arrancaron pasado las dos de la mañana porque ya era un poco tarde y el Colectivo del Club trasladó a los que quedaban en pie. Sin duda una memorable jornada con aires de fiesta.